La modalidad de grupaje es una de las que mejor acogida tienen en lo que a mudanzas internacionales se refiere, sobre todo en estos últimos tiempos de dificultades económicas generalizadas. A fin de cuentas compartir los costos de un flete entre varios clientes es, sin duda, una forma muy acertada de ajustar precios.
Y más aún si este tipo de traslado cuenta con las mismas garantías que el resto de mudanzas. Pero, claro, también con las mismas obligaciones que, en el caso de los propietarios, se resumen en que son ello los únicos responsables de lo que transportan. Una responsabilidad legal que afecta a la naturaleza de los objetos y a la documentación requerida para que puedan pasar el trámite de la aduana.
Por eso, en el caso de los grupajes es especialmente importante que en cada uno de los bultos que lo componen esté claramente identificado su dueño. Esta es la única forma de que si algo es paralizado por las autoridades el resto de la mudanza pueda seguir su camino sin problemas.
También es esencial que se haya tramitado correctamente hasta el último de los permisos y papeles que se exijan en la normativa argentina. Para eso están, entre otras cosas, los profesionales de la empresa de mudanzas con la que hayamos contratado el servicio. Como clientes no debemos tener ningún reparo en hacerles cuantas consultas y aclaraciones necesitemos respecto al tema de la documentación. De hecho, hay muchas que incluyen entre sus servicios la tramitación de permisos y licencias y otros reportes obligatorios.
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