Trasladar obras de arte es una actividad que requiere de las máximas precauciones. Cualquier mínimo deterioro en estos artículos provoca un daño que casi siempre resulta irreparable. Por eso, en el caso de grandes movilizaciones de obras de arte para exposiciones, ferias y similares se recurre siempre a empresas de mudanzas especializas en obras de arte.
Cuando se trata de la mudanza de un particular el tema es diferente, por lo normal es que haya un pequeño número de obras de arte dentro de todo el volumen de artículos que se trasladan. Aun así, aunque no sean profesionales expertos en obras de arte, sí debemos exigir que se tomen unas medidas especiales respecto a estos objetos.
La clave para que las obras de arte no sufran durante una mudanza es que se embalen adecuadamente y se manipulen con el máximo cuidado. El embalaje es la mejor barrera protectora que se les puede proporcionar, más aún si hablamos de mudanzas internacionales donde probablemente se van a cambiar de ubicación varias veces durante el viaje.
Las estructuras de madera son el mejor sistema para mover obras de arte, ya sean esculturas o cuadros. Es cierto que generan bultos más voluminosos pero se reduce al mínimo el riesgo de roturas o desperfectos. Las pinturas deben apilarse en vertical, nunca unas encima de otras. Es importante que el interior de estos contenedores de madera se rellene con papel de burbuja para que el artículo se inmovilice en el interior y no se produzcan roces contra las paredes.
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